Si un niño se queja de constantes dolores de cabeza, se choca contra los muebles, le cuesta ver la pizarra o la televisión, se queja de mareos o de dolores en los ojos, es posible que necesite gafas. En este post te mostramos los detalles a tener en cuenta a la hora de comprar las mejores gafas para niños.
Los niños pueden tener su primera prueba visual a partir de los diez días de edad y es recomendable probar la agudeza visual al menos una vez al año. Es importante llevar a los más pequeños al oculista para detectar estos problemas y poder corregirlos desde temprano para que no empeoren: en muchos casos, las gafas son la única solución.
Antes, esto podría haber sido un estigma para cualquier niño. Pero hoy en día hay tantos ídolos infantiles que usan gafas, -como Harry Potter- que son muchos los pequeños que les ruegan a sus padres poder usarlas, aunque no tengan ningún problema en la vista. (Tal vez tengan que esperar a ser un poco mayores para imitar a los hipsters y usar gafas de pasta sin aumento).
Si, también se venden modelos de gafas para niños idénticos a los de Harry Potter.
Pero para aquellos que realmente necesitan gafas, hoy en día hay muchísimas opciones para ellos. Lo más importante es que las monturas sean súper cómodas y resistentes para que aguanten horas de recreo. Sabemos que no hay nada más salvaje que un niño en un patio de juegos por eso es fundamental que sus gafas soporten los saltos y corridas, además de ser muy cómodas. Las gafas no deben dejar marcas en la piel, limitar los movimientos ni ser demasiado grandes o demasiado chicas.
Una breve descripción de como deben ser unas buenas gafas para niños.
Además de los modelos clásicos para niños existen algunos muy novedosos donde las varillas están unidas a las lentes sin bisagras, es decir, la unión está hecha a partir un material flexible y muy resistente que hace de las gafas una sola pieza. También existen gafas para niños especiales para deportes que están hechas de plástico y son como gafas para buceo. Para los más pequeños, lo ideal es que la montura se ajuste a la cabeza del niño con elásticos. Las gafas de silicona son muy livianas, flexibles y suaves y no tienen partes metálicas, lo cual es ideal para los bebés y niños pequeños.
Las gafas para niños de silicona sin partes metálicas son las más cómodas.
Es fundamental armarse de paciencia y dejar que sea el niño el que elija las gafas para que se sienta orgulloso de ellas y tenga ganas de llevarlas siempre. Lo más difícil es tal vez que el niño no las pierda en todos lados, sobre todo los más despistados. Esto es un gran motivo de dolores de cabeza para los padres que sienten que tienen que llamar al FBI para rastrearlas cada vez que se pierden. Nuevamente, las gafas para niños de silicona con elásticos pueden ser una gran solución.
Aquí encontrarás más información sobre las gafas para niños y todo lo relacionado a este tema, y aquí te mostramos algunas gafas muy divertidas y de diseño.
