Parece raro que gracias a unas gafas con lentes de colores, se pueda combatir a la dislexia, pero gracias a las lentes Chromagen, inventadas en Gran Bretaña, el dicho “todo depende del color del cristal con que se mire” ha adquirido una dimensión inimaginable para aquellas personas, fundamentalmente niños, a los que la dislexia les impedía desarrollarse con normalidad.
El inconveniente que representa llevar este tipo de gafas, es que son muy llamativas por la variedad cromática de colores con los que están fabricadas sus lentes. Pero sus ventajas son incalculables.
Por supuesto, tal como ocurre con otro tipo de gafas, estas no te curan la dislexia, solo la corrigen y claro está, cada individuo debe llevar sus propias gafas configuradas de manera individual, como si se tratase de unas graduadas.
Con la combinación de los colores azul claro, verde, amarillo, violeta, rosa, magenta y rojo es posible corregir la dislexia, ya que cada color es un filtro que controla la velocidad de la luz que desde el ojo llega hasta el cerebro.
Nico