Los mitos sobre la salud visual abundan, desde comer zanahorias (que ya vimos que era un mito) hasta ver mucho la televisión!
Siempre se ha dicho que el uso del ordenador es perjudicial para la salud visual. Según varias fuentes, entre las cuales la American Academy of Ophthalmology, el uso del ordenador no es malo para los ojos. Aún así, los rumores no eran infundados, ya que es cierto que muchas veces podemos notar fatiga visual después de trabajar o leer, y conocer la siguiente información nos puede ayudar a entenderlo y evitarlo.
El motivo principal por el que podemos notar cansancio y fatiga visual es que cuando utilizamos el ordenador durante largos períodos de tiempo, los ojos parpadean menos de lo habitual. Aunque un parpadeo sólo dura entre 300 y 400 milisegundos, es una función esencial del ojo, ya que ayuda a difundir las lágrimas y eliminar los irritantes de la superficie de la córnea y la conjuntiva.Si parpadeamos menos, se nos pueden resecar los ojos, generamos menos lagrimeo, se nos pueden irritar los ojos, tener visión borrosa o sufrir dolores de cabeza.
Una solución es hacer frecuentes descansos cuando estemos trabajando con el ordenador, forzarnos a parpadear más a menudo y ajustar la iluminación de la pantalla (entre otros trucos que se explican en el video que os adjunto).
Un dato curioso que acabo de descubrir en Wikipedia es que los bebés recién nacidos parpadean mucho menos que los adultos, sólo 1 o 2 veces por minuto. ¡Intentadlo!
En cuanto a adultos, no hay diferencia entre la tasa de parpadeo espontáneo entre un hombre y una mujer. En general, parpadeamos en intérvalos de 2-10 segundos, y un promedio de 10 veces por minuto. Si nos fijamos en un objeto concreto durante un periodo de tiempo determinado (como cuando leemos) la tasa de parpadeo pasa a ser 3-4 veces por minuto. Esta es la razón por la que los ojos se secan y se fatigan, tanto cuando leemos como cuando trabajamos delante del ordenador.
Otro hecho curioso es que la tasa de parpadeo de los ojos puede utilizarse como criterio para diagnosticar ciertas condiciones médicas. Por ejemplo, parpadear excesivamente puede indicar la aparición del síndrome de Tourette. Por el contrario, poco parpadeo se puede asociar con la enfermedad de Parkinson.
¡Espero que os sirvan!
Bianca
