Lo que más me gustó de la marca fue la juventud y frescura que transmitían las gafas de sol rodeadas de gente “cool” en un stand blanco, moderno e iluminado…
La historia de Glassing es reciente, comienza en el verano del 2006 en la isla de Ibiza. Tres amigos italianos montan una tienda de gafas estilo vintage en la que venden en verano los modelos únicos que durante el invierno se encargan de buscar.
Después de dos años de frenética actividad, deciden volver a su Milán natal y empezar una aventura empresarial de éxito, así nació Glassing.
Su primera innovación fue la utilización de máquinas expendedoras para vender gafas, la idea era sencilla, llenar máquinas de gafas, colocarlas en sitios estratégicos y esperar. Lógicamente las gafas que tenían que tener los expositores deberían estar llenas de colorido y sobre todo a un precio asequible a todos los bolsillos.
El éxito no tardo en llegar y en el verano del 2008 todos los bares, locales y playas de Ibiza estaban inundados de las populares Glassing.
Un año más tarde se produjo el salto a su tierra natal, Italia, donde tuvieron una excepcional acogida, tanto es así que la primera producción de 20000 pares de gafas se agotó en muy poco tiempo y sin ningún tipo de publicidad.
Está claro que las gafas de sol de Glassing tienen algo especial que hace que quien las ve, se enamore de sus cristales con efecto espejo de colores, sus materiales estampados, sus colores llamativos y por su puesto una muy buena calidad.
¡Creo que este verano no podré resistirme a comprar unas gafas de sol Glassing para ir a la playa! ¡¡Juro que me estoy aguantando mucho!! :D
Nico