Ya tocaba poner orden en mi habitación, he empezado a clasificar los libros por edad de lectura y cuando la añoranza me estaba invadiendo ha caído en mis manos Manolito Gafotas, un libro infantil escrito por Elvira Lindo.
No recuerdo cuantos años tenía cuando leí por primera vez el libro de este niño, que aún teniendo otras muchas cosas por las que sobresalir, al final, lo más significativo de él eran sus gafas grandes que tantos episodios marcaron.
Ahora pienso en Manolito, apoyándome también en la película, y a pesar de ser bajito, torpe, regordete y sobre todo un auténtico desastre, su seña principal de identidad era esa expresión que le daban sus gafas, de pasta totalmente imprescindibles para el personaje.
Para el libro no se podía haber elegido mejor título, ¿os imagináis que se llamase “Las aventuras de Manolo”? no creo que se hubieran vendido tantas ediciones...
Por tanto esas gafas originales son fundamentales para la obra, de hecho, Manolito sufría menos si se le rompía un brazo, que si algún gamberro le rompía sus gafas redondas.
Nico